Una de las habilidades estratégicas que debe tener aquel que quiere llegar a la cima del poder es el de moverse con anticipación y rapidez. Saber escoger el momento oportuno es escencial. Alguien dirá que la cosa no son así, debido a que actuar con mucha rapidez, hace cometer muchos errores tácticos que a veces pueden ser fatales.
Por supuesto que existen acciones que pecan por prematuras, llevadas a la práctica antes de haberse construido toda la red de apoyo requerida. Pero, por otra parte, el esperar demasiado es, quizás, el pecado más grave. En el mundo de los negocios existen muchas empresas "fantasmas" por esperar demasiado.
Cuando en la empresa la situación se pone difícil o crítica, se deben de tomar medidas extraordinarias. Se necesita moverse con cierta anticipación y hacer el trabajo rápido, como por ejemplo, la reducción del personal o la reestructuración total con celeridad e inmediatez, hacer lo contrario, hundiría más la empresa y podría irse a pique.
En todos lados, aquí o allá, donde quiera que existan las empresas existosas, siempre vamos a encontrar ejecutivos que han sobrsalido y destacado por su capacidad de dar un golpe de timón ante la situación de colapso de sus empresas.
La mayoría de estos fuera de serie tienen como común denominador que saben escuchar a los veteranos de las empresas. Estudian el terreno a fondo, traban amistad con todo el personal sin distinción. Pero, un poco antes de lo que todo el mundo espera, dan el gran paso hacía el cambio.
Estos ejecutivos brillantes y creativos, que les gustan moverse fuera de los límites y que son hábiles al enfrentar situaciones intrincadas, como el caso de Jack Welch Director Ejecutivo de General Electric Inc., que hizó una revolución administrativa en el periodo 1981-1999, eliminó los obstaculos que impedían un crecimiento rentable del negocio, como reducir la fuerza laboral en unas 100,000 personas, entre otras medidas, le valió para lograr un crecimiento fenomenal para su compañia. Estos personajes siguen como norte el viejo proverbio chino que dice: "No es sabio cruzar un abismo en dos etapas". Lo cruzan de un solo salto.
Que estas acciones generan mucho dolor y sufrimiento para el personal, es cierto, queda mucha sangre derramada. Pero, al menos es un corte neto. Estos ejecutivos te dicen lo que van a hacer y, a continuación, lo hacen. De una sola vez. Rapidamente. Todo superado y con más tiempo para volver a construir algo nuevo.