La gran mayoría de personas siempre se quejan de qué trabajan duro, qué se sacrifican teniendo otro trabajo, hacen una y otra labor, pero no salen adelante. Se desmotivan y desalientan. Sienten que están en un hoyo y no hay cuándo salir de esa. Lo cierto es, que esas personas deberían de saber, que tienen que tener una educación financiera que les permita no sólo cómo hacer dinero, sino cómo gastarlo; es decir, qué hacer después de ganarlo.
A eso se le llama aptitud financiera. Qué hacer con el dinero una vez que usted lo ha ganado, cómo evitar que los demás se lo quiten, cuánto tiempo conservarlo, y qué tan duro trabaja ese dinero para usted.
Una persona puede tener una gran educación, ser exitoso desde el punto de vista profesional, pero carecen de educación financiera. Esas personas a menudo trabajan más duro de lo que necesitan porque aprendieron cómo trabajar duro, pero no aprendieron la manera de hacer que el dinero trabaje para ellos.
La imagen en movimiento de las personas que trabajan duro tiene un patrón. Por ejemplo, una pareja recién casada, feliz y bien educada, comienza su vida en común en uno de los dos estrechos departamentos que alquilaban. Inmediatamente se dan cuenta de que están ahorrando dinero porque dos personas pueden vivir con tan poco como una.
Se les presenta un problema, sé dan cuenta que el departamento es estrecho. Deciden ahorrar dinero para comprar la casa de sus sueños con el fin de tener hijos. Ahora tienen dos ingresos y comienzan a centrarse en sus carrera. Los ingresos comienzan a incrementarse. Y conforme sus ingresos suben, sus gastos también se incrementan.
¿Qué pasó? Lo que pasó es, que como resultado del incremento de sus ingresos, deciden comprar la casa de sus sueños. Una vez en su casa, tienen un nuevo impuesto llamado impuesto predial. A continuación adquieren un automóvil, muebles y aparatos electrodomésticos para acondicionar su nueva casa. De repente despiertan y descubren que la columna de pasivos está colmada con la deuda de la hipoteca y las tarjetas de crédito.
Ahora están atrapados en la "carrera de la rata". Tienen un hijo. Trabajan más duro. El proceso se repite. Les llega una tarjeta de crédito por correo. Lo utilizan. La saturan. La compañia acreedora les llama y les dice que su mayor "activo" es su casa, cuyo valor se ha apreciado. La compañia ofrece un préstamo de "consolidación de deuda" para deshacerse de la deuda de la tarjeta de crédito que les cobra altos intereses. La pareja acepta. Respiran con alivio. Sus tarjetas de crédito están pagados, pero no se dan cuenta que tienen una deuda al consumo amarrado a su hipoteca.
Luego siguen el mismo proceso. Se endeudan nuevamente. Es un círculo vicioso en la que no hay cuando salir. Entonces, al enfrentar este dilema agobiante, se preguntan ¿cómo ganar más dinero?. No se dan cuenta que sus malos hábitos de gasto les han llevado a buscar mayores ingresos.
Ni siquiera saben que el problema realmente consiste en la manera que eligen para gastar el dinero que tienen y ésa es la verdadera causa de sus problemas financieros.Son causados por su falta de educación financiera y por no comprender la diferencia entre un activo y un pasivo.
De manera que, ganar más dinero rara vez resuelve los problemas de dinero de una persona. La inteligencia financiera los resuelve. Aquí cabe un dicho que calza bien con aquellas personas que están endeudadas: "Si descubres que estás en el hoyo...deja de cavar". Entonces, es hora de mejorar su aptitud financiera y, salir adelante.